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viernes, 28 de abril de 2023

Psicoterapia psicodélica

No estaba muy seguro pero ella me convenció. Así que llamé al número de teléfono que me facilitó y agendé la cita. La señorita al otro lado de la línea me dio una lista de indicaciones a tener en cuenta para el antes y el después, tan larga como la lista del supermercado que las señoras dan a sus esposos.

¿Que por qué quería hacer esto? Pues pensaba que tal vez, hurgando en mi inconsciente, podía destrabar aquello que me producía el miedo a volar.

Luego del sahumerio preparatorio de rigor, ingerí los hongos atropelladamente. De allí en adelante empezó una experiencia como nunca antes había tenido. Recorrí la Vía Láctea en un chasquido de dedos, pasando unos cuantos ovnis en el camino. Ya de regreso a esta más agreste realidad, me pude ver desde fuera de mí, percatándome de cuánto había avanzado la calvicie en la coronilla en los últimos años.

Después de este primer guiño con la realidad alterada, una voz que se identificó como la terapeuta me guió en un proceso de regresión, afortunadamente solo de esta vida, asunto en el que avancé hasta estar a dos palmos de volver a la matriz.

Todo hubiese terminado sin mayor problema, a no ser porque el proceso de regresión activó otras fobias, a saber hasta este momento, miedo a los espacios abiertos, miedo a los espacios cerrados, miedo a las arañas, y finalmente, turofobia, que no es otra cosa que fobia al queso, y en mi caso particular, al que tiene muchos huequitos.

Dicen por allí que todo lo que nos pasa tiene una razón de ser. No se si sea verdad. El caso es que una vez curado mi miedo irracional a volar, pero con tres nuevas fobias a cuestas, el próximo lunes vuelvo a terapia con el Dr. Abravanel.

 

28/04/2023

 




domingo, 2 de abril de 2023

Eva y yo

Ya no soportaba más el aburrimiento. Estaba a punto de escaparme, como lo hiciera aquel colega del Acuario Nacional de Nueva Zelanda. Pero entonces llegó; la encarnación misma de Diana La Cazadora, la diosa de los bosques: atlética, de piel bronceada, y cabellos color rayo de sol.

Eva hacía su doctorado en Biología Marina, con un estudio sobre la inteligencia de los cefalópodos. Al principio la interacción con ella fue casi nula, limitándose ella a nadar a mi alrededor en el estanque, observándome con detenimiento todo el tiempo. Luego pasamos a ejercicios de comunicación con lenguaje a señas, y de allí a jugar ajedrez, el que yo ya había aprendido mirando a mi cuidador jugarlo.

Lo del tango fue amor a primera vista, o a primera escucha, hablando con propiedad. Tanto así que, aquel día cuando Eva se metió al estanque mientras sonaba música de Piazzola, no me pude contener, y dejando todas las formas, me acerqué a ella, coloqué dos de mis brazos en sus hombros, otros dos en sus caderas, y empecé a bailar.

Dicen que los pulpos no tenemos ritmo. No estoy de acuerdo. Y bueno, ahora Eva y yo también bailamos chachachá.

 

02/04/2023

 

 

domingo, 5 de marzo de 2023

Un universo en una probeta

Lo he leído hace unos días, aunque la noticia data de hace un par de años: Abraham Loeb, director del Departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard, sostenía en un artículo en la revista Scientific American, que tal vez nuestro universo pudo ser creado en un laboratorio de una civilización avanzada. 


Esto me ha llevado a pensar en los diferentes escenarios en los que se dio esta creación. Que fuimos el resultado del trabajo arduo de un grupo de becarios mal financiados, que al final logró Universo 2.0, un universo que no hizo aguas después del primer microsegundo que siguió al Bing Bang. O que quizá que existimos gracias a la labor trasnochada del consejo de ancianos de la civilización de Perico De Los Palotes, que luego de la reunión semanal de los miércoles por la noche, y al calor de unas copas, nos creó, como un grupo de amigos que se sientan a echarse una partida de naipes, es decir, por puro placer.

Al final lo que me ha dejado preocupado es la otra declaración del profesor Loeb: que existen diferentes niveles de civilización, siendo la más avanzada aquella capaz de crear universos. Entonces, ¿en qué nivel de civilización entraríamos nosotros, si ni quisiera podemos cuidar decentemente del pedazo de tierra en el que vivimos, no se diga crear otros mundos?

 

05/03/2023

 

lunes, 20 de febrero de 2023

Ugghh de Düsseldorf

Su nombre era Ugghh. Había sido descubierto por casualidad por un arqueólogo de la Universidad de Tubinga, en un puesto de salchichas en el centro de Düsseldorf​.

Luego de realizar las pesquisas necesarias, y asegurarse de que se trataba de un auténtico neanderthal y no de un leñador de la Selva Negra mudado a la ciudad, el Dr. Zweilfen le consiguió un trabajo en el Museo de Neanderthal, cerca de Düsseldorf​, a medio camino entre Erkrath y Mettman.

El cambio de trabajo le vino de maravilla. Y no es que servir salchichas le resultara difícil, solo que había llegado a un punto en que el olor de chucrut le producía náuseas.

Su llegada al museo fue todo un suceso. ¡El único museo del mundo con una pieza viva! De allí que a Ugghh se le permitiera hacer lo que le viniera en gana. Lo que no significó problema alguno, al menos al inicio, pues su única tarea era retozar en el gran jardín que la dirección del museo había acondicionado para él. Sin embargo, en cuanto Ugghh fue consciente de su calidad de rock star para el museo, sus caprichos se volvieron más exigentes. Empezó a beber ingentes cantidades de cerveza, y a zamparse cuanto carbohidrato encontraba a la mano.

A los siete meses de su llegada al museo, Ugghh fue internado en el Hospital Universitario de Düsseldorf​ con severas complicaciones gastrointestinales. Dicen que se debió a la dieta y la falta de ejercicio. De eso ya hace unos años. Ahora va de hípster, y trabaja en una boutique en una exclusiva zona de Düsseldorf​.

 

20/02/2023

viernes, 15 de abril de 2022

Las cucarachas intergalácticas y el Armagedón nuclear

Llegaron un día cualquiera, pero seguro no fue domingo porque ellas eran de guardar las fiestas.

Hacía mucho tiempo que no venían…desde el Cámbrico. Que el cuidado de las crías, los negocios, la vida de club social con tintes de secta, que la vida de secta con tintes de club social, etc… las había tenido muy ocupadas. Ya saben, el mismo tipo de cosas que aquí mantiene a mucha gente ajetreada.

Lo primero que hicieron al llegar fue buscar a sus parientes terrícolas y ponerse al corriente de la situación…la política mundial, las finanzas internacionales, el precio de las materias primas, el cambio climático, etc. Sus parientes les contaron de un grupo de humanos empecinados en la conquista del espacio como respuesta a los problemas de subsistencia de la raza humana en el planeta Tierra. Esta idea las cabreó. No iban a permitir que unos tontos humanos jodieran el resto del cosmos como lo habían hecho con su propio planeta. Decidieron entonces urdir un plan de intrigas entre los líderes de las potencias atómicas del mundo, poniéndolos a unos contra otros. Esto derivó en una escalada de las tensiones entre los países con armamento nuclear.

Unos días antes del inicio del Armagedón nuclear, las cucarachas intergalácticas partieron. Fue un día cualquiera, pero seguro no fue domingo, porque ellas eran de guardar las fiestas.

 

15/04/2023

sábado, 29 de enero de 2022

El Australopithecus

El Australopithecus no era muy diferente a nosotros. Como los humanos, caminaba erguido, lo que le permitía mirar a los ojos a los otros de su clase, y por lo tanto, coquetear haciendo guiños. Su cerebro era un tercio del tamaño del de un humano actual, aunque en este sentido soy de la idea de que aún hoy hay muchos ejemplares de Australopithecus entre nosotros. El Australopithecus vivía en árboles y se alimentaba de hojas y frutas. Sentía pavor ante lo desconocido, llámese eclipses, truenos, relámpagos, vaya usted a saber qué más. Afortunadamente hoy tenemos la religión, que nos quita la angustia que provoca lo inexplicable. Dicho esto, no existe evidencia de que el Australopithecus haya asistido a misa los domingos, o sus crías a clases de catecismo.

De lo que sí hay sospecha por parte de los expertos es que el Australopithecus fabricara herramientas a base de huesos. Digo sospecha porque es algo de lo que no podemos estar del todo seguros ya que a ningún Australopithecus se le ocurrió morirse con su herramienta de huesos a la mano, para ser fosilizado con ella.

Como ven, el Australopithecus no era muy distintos a nosotros: iba por la vida con su herramienta-de-hueso en la mano, mientras nosotros lo hacemos con nuestros teléfonos celulares.


29/01/2022


martes, 4 de enero de 2022

Si yo regresara

Soy un completo descreído de una supervivencia de algo nuestro, después de la muerte. Sin embargo, últimamente he pensado que me gustaría reencarnar. Así que estoy averiguando a qué credo afiliarme, para gozar de la promesa de una futura restitución a esta tierra. No tengo preferencias sobre el credo que ofrezca a sus seguidores un regreso asegurado. Eso sí, no quiero nada con los budistas, pues estos están convencidos de que sus ancestros regresan como gusanos, y yo lo que quiero es sacar el mayor provecho a mi inversión. Por ejemplo, volver como un mocoso de un acomodado hogar en Silicon Valley, o en Shenzhen, para estar más en la onda esa de que el futuro le pertenece a Asia. Y si fuera necesario regresar como un animal, reencarnarme en una cucaracha, pues he escuchado por ahí que en caso de una guerra nuclear, serían de los pocos animales que quedarían con vida.

04/01/2022