Sin ser descortés me pidió entrar en materia directamente, pues tenía agendado un partido de criquet con antelación y se hacía la hora del juego.
- Muchas gracias por recibirme…eh…-no atiné con la manera de dirigirme hacia él
- Hemiunu- respondió
- Perfecto, señor Hemiunu…
- Solo Hemiunu, a secas
- Bien, Hemiunu. Muchas gracias por atenderme. Verá, fui periodista cuando estaba vivo, pero el motivo de reunirme con usted ahora obedece a satisfacer una curiosidad
- Claro, ¡cómo no! Lo que usted necesite
- Vamos por partes: Primero, su título, según los libros de historia, era Arquitecto del faraón Keops
- En realidad, mi designación era Capataz de las Obras del Faraón (Keops)
- Entiendo…Segunda pregunta: ¿quién diseñó las pirámides?
- Hubo mucha gente involucrada. En todo caso el “quién” no era importante. Lo único relevante era que se trataba de obras para el faraón. Además, en ese tiempo no había premios de Arquitectura, como es… ¿cómo se llama… Pritzker? Así que a nadie le interesaba firmar sus obras
- Sí, sí…Pritzker. ¡Me asombra Hemiunu!... ¿Cómo es posible que usted esté al tanto de estos temas…digo, Arquitectura…Pritzker?
- Mire, mi estimado señor, si vivir es duro, la eternidad lo es más. Aquí tenemos que inventarnos cosas para pasar el tiempo, que en este caso no tiene fin. Entonces leemos, hacemos manualidades, miramos los noticieros…
- Oh, veo- dije, asombrado
- ¿Eso es todo? ¿O tiene otra pregunta más?
- Sí, sí, por favor… ¿Cómo fue posible? Es decir, ¿Cómo fue posible construir las pirámides en ese tiempo, con el nivel de dificultad técnica que presentan el día hoy, inclusive?
- No se engañe, mi señor. Cuando existe voluntad política se puede todo. Y nosotros teníamos al faraón. De otro lado, el faraón contaba con un equipo de gente competente; no como ahora, que cualquier hijo de vecino, sin cualidades, es ministro o presidente de un país
- Ya, veo. ¿Y esa es su explicación sobre el tema?
- Pues, solo agregaré que las obras de la antigüedad, como ustedes suelen llamarlas, como muchos otros logros de la humanidad, fueron posibles porque la gente tenía puesta su mira en altos ideales. No como ahora, que la gente piensa en hacer revoluciones desde el Twitter
- Mi estimado señor, lo lamento, tengo que dejarlo. Me espera Ramanuján para nuestro partido de criquet
- ¿Ramanuján?- pregunté…Ramanuján, ¿el matemático?
- Pues sí, el matemático. Pero sabe, ha dejado las Matemáticas por el momento…
- Perdón, es que nunca había escuchado que Ramanuján jugó al críquet cuando vivo
- Está usted en lo cierto mi señor. No jugó, y hasta hace poco no lo hacía. Pero como le he dicho, tenemos la eternidad por delante, entonces hay que buscar diferentes cosas para hacer, para no aburrirnos.